Don Pecas & Cía. se han levantado hoy con una sola idea en su mente: ¡divertirse!
Así que han dado un paseo por la orilla del río, han charlado largamente con algunos vecinos y se han atrevido a jugar al peligroso, pero cada vez más de moda en el pueblo: "cuélate en la cola de..."
Objetivo: la panadería. Territorio hostil donde los haya. Propiedad de doña Rosa, doña Paquita, don Cosme y doña Puri, quienes prácticamente habitan allí de ocho de la mañana a dos de la tarde.
Cada uno de ellos puede repetir su famosa frase: "pase, pase y que le vayan atendiendo a usted", trescientas veces en seis horas, pero colarse sin su aprobación... ¡Eso es otra cosa!
Después de esquivar sus bolsazos e improperios, han ido a la casa de los espejos. Un lugar de obligada visita al menos una vez al mes para ver la cosas... ¿cómo decirlo? De otra manera.
Y es que, al final, nada es verdad o mentira, todo depende de qué refleja el espejo donde te miras.
Don Pecas & Cía. se han reído mucho al ver distorsionados sus cuerpos. Un espejo reflejaba su estampa achatada, otro alargada, otro con forma de pera, otro con la cabeza muy grande respecto al resto de su anatomía...
Todos sabemos que la imagen que se plasma la percibimos al revés. Como cuando miramos a alguien de frente. Pero, ¡oh, sorpresa!
Se han colocado uno al lado del otro sobre unos taburetes (Cía. a la derecha de Don Pecas) y el espejo, no sólo les ha devuelto su figura deformada, sino que además estaban justo al contrario, ¡y Cía. patas arriba!
¿Cómo es posible?
Han probado a colocarse de mil formas diferentes (bueno... sólo de cuatro formas diferentes, la última muy despacito), y siempre aparecían de esta guisa.
Así que Cía. ha dado un salto hacia arriba, aunque en el espejo parecía que caía hacia abajo, se ha agarrado al sombrero de Don Pecas y... ¿sabéis qué ha sucedido?
¡Pues que se ha caído al suelo! Como era de esperar...
¿O qué creíais? ¿Que atravesarían el espejo y por arte de magia se encontrarían en un mundo de fantasía en el que ellos serían los protagonistas de una absurda partida de ajedrez, entablarían amistad con toda suerte de personajes extraños, olvidarían sus nombres, subirían en barca y se convertirían en rey y reina, para finalmente descubrir que todo había sido un sueño?
¡Eso no se le puede ocurrir a nadie!
Tras unos días de introspección y recogimiento, Don Pecas & Cía. han decidido liberar las tensiones acumuladas este fin de semana. Y lo van a hacer a lo grande.
¡Van a participar en la última carrera del gran premio de motociclismo!
¡Brrrum! ¡Brrrum!
Bueno, se lo van a imaginar. Pero se lo están montando realmente bien.
Tienen su propio motorhome, como los grandes equipos, y una máquina que, aunque antigua, es potente y veloz.
Ahora Cía. hace de mecánica y lo hace excelentemente, además de estar guapísima. Ella ya ha dado unas cuantas vueltas al circuito cuando los equipos oficiales han finalizado sus entrenamientos.
¡Brrrum! ¡Brrrum!
Es el turno de Don Pecas.
Se ha puesto el casco, el mono, las botas y los guantes; aunque no se ven porque, como ya sabéis, nunca saca las manos de los bolsillos.
Me pregunto cómo conducirá la moto...
Será todo un espectáculo. No os lo perdáis.
¡El podium está asegurado!
¡Brrrum! ¡Brrrum!
Hoy, tal y como sucediera hace unos meses con nuestra querida gata Zoe, todos estamos muy tristes.
Lucas, su hermana y también gata, a pesar del nombre que se le adjudicó después de una revisión veterinaria poco precisa, nos ha dejado.
Zoe tenía unos ojos salvajes y una voluptuosidad misteriosa. Lucky, como así solíamos llamarla, era conocida por tener el pelo más fino del mundo y un aspecto frágil.
Ambas fueron buenas felinas.
Cía. recuerda muchos momentos vividos con ellas. Momentos muy especiales. Aunque, en realidad para ella todos lo son.
Es extraño... Sigue sintiendo sus olores y sus presencias... Quizá la ausencia no sea tal...
Cía. sabe que todo viene y va, que la eternidad y la materia son poco compañeras... Pero, en este momento, la filosofía no es suficiente medicina.
En sus largos años de vida, han sido varios los compañeros de viaje animal que han partido a otras dimensiones y a los que ha tenido que decir adiós. Y si bien lo reconoce necesario, la llena de melancolía.
Así que se ha acurrucado en su cojín favorito junto a Don Pecas, para ver sin preocupación cómo pasa el tiempo, mientras dedica un pensamiento de inmenso amor y agradecimiento a aquellos que se fueron y a los que aún están.
Y mañana será otro día.
Hoy, día de Todos los Santos, Cía. traslada a Don Pecas una pregunta que ni siquiera Google ha sido capaz de contestar:
- Miau... ¿Miau? ¡Miau! -porque ella siempre dice miau, aunque lo que en realidad se plantea es: "Pero, aproximadamente... ¿de cuántos santos estamos hablando? ¡Por curiosidad!"
¿Tú qué opinas? Puedes añadir tu propia respuesta.
a) Santo, de verdad, sólo uno. Pero tenían que rellenar el calendario.
b) Me da igual. Mañana no tengo puente y estoy endemoniad@.
c) Ochocientos. Me incluyo.
Y se hace el silencio.
La casa queda en la quietud más absoluta.
Se oyen unos pasos.
Me levanto y me alejo de la puerta.
El pomo gira y una tenue luz se abre camino.
Don Pecas y Cía. asoman con una pícara sonrisa.
Todos esperamos que crucen el quicio.
Todos esperamos que hoy nos sorprendan.
